Después de varias semanas sin verlo detrás del altar de nuestra Parroquia, desde el Taller de Restauración orensano “Garrido” constituido por José Luis y su hija Lucía, tercera y cuarta generación de restauradores, fue devuelto a su lugar de asentamiento el pasado miércoles día 20 de noviembre.
Este retablo, junto con la anterior restauración del Sagrario, las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Francisco Javier y Cristo Crucificado, realzan de manera especial el Centro Litúrgico de nuestro Templo.
Estos arduos trabajos, no siempre valorados, tienen un coste altísimo por la cantidad de horas que hay que dedicarle, por lo que sin la colaboración de nuestros feligreses no sería posible realizarlos. Desde estas páginas animamos a los fieles, que por desconocimiento no suelen valorar el trabajo de restauración de los bienes artísticos que tenemos y “disfrutamos” gracias al impulso y decisión de nuestro Párroco D.Severino Suárez, a que sigan colaborando desde sus posibilidades al mantenimiento de “sus joyas artísticas”.