El pasado miércoles día 14 coincidiendo este año con la festividad de San Valentín, tuvo lugar en nuestra parroquias la imposición de la “Ceniza”. Antes de la imposición a todos los asistentes a las misas vespertinas, se le impuso a un innumerable número de niños y niñas, acompañados de sus progenitores, en un acto enormemente didáctico y participativo como pueden comprobar en las fotografías realizadas por nuestra colaboradora y catequista Teresa Liz, “pinchando” en la fotografía situada al final de la crónica.
“Los judíos acostumbraban a echarse ceniza sobre la cabeza para indicar que estaban en penitencia y los cristianos empezaron a tomar esa costumbre al empezar la cuaresma.
– Se pone al principio de la cuaresma, ya que cuaresma significa 40 días de preparación hasta la Pascua. Es un tiempo de conversión, es decir de volver a Dios, de quien nos hemos alejado.
– La ceniza significa que es polvo, es lo que queda de un desperdicio cuando se quema. Por ello nosotros somos débiles, frágiles. En cualquier momento podemos morir. Por ser polvo podemos llegar a convertirnos en Cristo que es vida eterna y alegría completa.”