Aunque la festividad del Apóstol Santiago es el domingo 25 de julio, por eso este año es Año Santo, un grupo de devotos originarios de países latinoamericanos como Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil… le pidieron a nuestro Párroco D. Severino si podían celebrar de forma solemne dicha festividad, basado en que por su gran devoción al Apóstol se reunían todos los años para honrar al Santo.
Como no podía ser de otra forma, nuestro Párroco acordó con este grupo de devotos celebrarlo la víspera, sábado 24 de julio a las 19:30 h en el Templo Parroquial de San Francisco Javier. Desde estas páginas invitamos a nuestros parroquianos y fieles devotos en general a que se unan a la celebración de nuestros hermanos de América, siempre que el aforo lo permita, y así compartir con ellos la alegría de esta festividad que para ellos, igual que para nosotros, tiene un significado especial.
“El culto del Apóstol Santiago, patrono de España, y símbolo de la reconquista española, llega a América con los conquistadores. Durante el periodo de la conquista se transforma en emblema de la lucha de la cristiandad frente al paganismo de los indígenas. Al mismo tiempo, pero, notamos un hecho de singular importancia. El mismo Santo, que los españoles invocan durante las batallas de conquista, se transforma en amparador y defensor de los nativos. Su imagen, poderosa y guerrera, fascina inmediatamente a los nativos que se apoderan de este Santo convirtiéndole de Mataindios a protector de los mismos indios. Frente a este hecho, no se puede hablar únicamente de sincretismo, sino de algo que va más allá. El culto a Santiago es manifestación concreta de la nueva realidad americana, hija de la necesidad y voluntad de recrear una sociedad nueva en donde se fusionan antiguas filosofías y religiones con nuevos contextos históricos. En toda América Latina las comunidades indígenas conquistadas por los españoles reaccionan al impacto cultural y emotivo interpretando los nuevos elementos espirituales impuestos por los vencedores. Espiritualidad indígena y espiritualidad española vienen así compenetrándose en un nuevo lenguaje de una nueva realidad social. Centenares de pueblos indígenas dedicados a Santiago son testimonios de la enorme expansión del culto a un Santo que no sólo vino desde muy lejos, sino que se ha presentado, inclusive, como enemigo. Este nuevo culto se ha convertido en emblema de la compenetración de dos pueblos, dos culturas, dos religiones, pues emblema de la nueva raza que estaba naciendo.”