Según nos informan los peregrinos, el viaje transcurre sin incidencias negativas, resaltando la intensidad de las sensaciones positivas ante un viaje que será imborrable en sus memorias.
El jueves día 5 a primera hora se trasladaron al Monte Tabor en el que visitaron la Iglesia de la Transfiguración, admirando desde este lugar el valle de Esdrelón en la Baja Galilea. Continuaron por el valle del Jordán hacia Qumram entrando en las excavaciones del Monasterio Esenio. Posteriormente fueron a Jericó donde visitaron las ruinas de la ciudad más antigua del mundo. Por la tarde se dirigieron al Mar Muerto, el lugar más bajo de la tierra, bañandose alguno de los peregrinos en el mismo, comprobando por si mismos la alta densidad de sus aguas. Después subieron por el desierto de Judea hacia Jerusalén, realizando, después de la cena, la Hora Santa en Getsemaní.
El viernes lo dedicaron a la ciudad de Jerusalén y a Belén: Visitaron los santuarios de la Visitación y San Juan Bautista. Pasearon por la Ciudad Nueva. La Torre de David fué otro de los lugares observados, y por la tarde se trasladaron a la aldea cristiana de Bet Sahur, donde se halla el Campo de los Pastores. En Belén visitaron la Basílica de la Natividad levantada sobre la gruta del Nacimiento, regresando posteriormente a Jerusalén.
El sábado 7 (San Fermín) estuvieron en Betania (Iglesia de Marta y María y tumba de Lázaro). El Monte de los Olivos, el Edículo de la Ascensión, el recinto del Pater Noster, contemplación de la Cioudad Santa desde la cima del monte, el paseo hasta la pequeña capilla franciscana de Domus Flevit y Getsemaní (Basílica de la Agonía y Monte de los Olivos), Gruta del Prendimiento y Tumba de la Virgen, visita a San Pedro “in Gallicatu”, completaron esta intensa mañana sabatina. Por la tarde visitaron: el Monte Sión Cristiano (el Cenáculo), la Basílica de la Dormición de María, entrando a la Ciudad Vieja, paseando por el Barrio Judio, el antiguo Cardo Máximo y el Muro de las Lamentaciones.
Al igual que el sábado, el domingo lo dedicaron integramente a Jerusalén. Por la mañana visita a la Ciudad Vieja: Capilla de la Flagelación y recorrido siguiendo los pasos de Jesús por la Vía Dolorosa hasta el Santo Sepulcro, visita a la Basílica de la Resurrección, el Calvario y Santo Sepulcro. Por la tarde, la Iglesia de Santa Ana y la Piscina Probática fueron el objetivo de estos animados peregrinos. El cansancio empieza a pasar factura pero el ánimo e ilusión pueden con la fatiga.
INFORMACIÓN DE LA PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA
Publicación anterior