CONFERENCIA EPISCOPAL
La Conferencia Episcopal Española y cada Obispo en su Diócesis, han acordado suprimir las celebraciones litúrgicas, misas, funerales, bodas, bautizos, etc, debido a la situación grave por la que estamos pasando todo el país.
Son muchas las personas afectadas por la enfermedad del coronavirus y esto todavía va en aumento, ante estas circunstancias, las autoridades civiles nos han dado una normativa para guiarnos por ella.
Nuestros Obispos, haciéndose eco de esta grave realidad, han tomado la decisión de suprimir las misas y demás actos de culto para cumplir la normativa de las autoridades sanitarias y evitar así posibles contagios. Recomendándonos vivamente participar en la Santa Misa retransmitida por los medios de comunicación, radio, televisión, internet; haciendo en el momento de la comunión, la comunión espiritual.
LA IGLESIA DIOCESANA EN ORACIÓN
Don Julián, nuestro Arzobispo dice en una carta dirigida a todos:
Queridos diocesanos en estos momentos de incertidumbre que estamos viviendo, quiero hacer una llamada a la esperanza que nos hace mirar con confianza al futuro que siempre está en manos de Dios.
Escribía San Juan Pablo II.”En el programa del Reino de Dios el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer obras de amor al prójimo”.
La providencia de Dios no es ajena a cuanto nos pasa, como dice el salmista “En las manos del Señor están mis azares”. San Pablo escribió a los romanos: “Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien”. La serenidad, la responsabilidad y el espíritu fraterno expresado en la caridad n os ayudarán a superar esta crisis en la que nos vemos por causa del coronavirus que está haciendo cambiar nuestros estilos de vida. Es esperanzador pensar que ”La luz del amor divino descansa precisamente sobre las personas que sufren, en las que el esplendor de la creación se ha oscurecido exteriormente; porque ellas de modo particular son semejantes a Cristo crucificado”. En esta encrucijada en que tenemos el riesgo de infravalorar la condición humana por la fragilidad que manifiesta recordamos la grandeza del hombre. Traemos a nuestra memoria las palabras del salmista”¿Qué es el hombre para que te acuerdes del, el ser humano para mirar por él? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos. Todo lo sometiste bajo sus pies” Ps 8. Pero es posible que nos hayamos escondido de Dios. Sería esta la ocasión de responder a la pregunta que nos hace como le hizo a Adán; ¿Dónde estás?. Tal vez estamos pretendiendo ser como Dios y en circunstancias como las que vivimos, descubramos nuestra desnudez. Sería muy bueno ir al encuentro de Dios que a la hora de la brisa viene a hablar con nosotros en medio de nuestros agobios en este camino cuaresmal.
La modernidad ha aliado al individuo a un proceso productivo a costa del proceso afectivo y del proceso espiritual, relegados estos a un segundo plano. Tal v ez podamos descubrir ahora la posibilidad de nuevas presencias y de relaciones interpersonales. Pido a todos los diocesanos unirnos en oración de manera especial en estos días, rezando juntos el santo rosario a lasa 8 de la tarde desde nuestros hogares que ahora mas que nunca han de redescubrirse como iglesia doméstica. No podemos ser testigos mudos del sufrimiento sino testigos de caridad, ofreciendo nuestra colaboración y viviendo en comunión con los demás.
CARITAS PARROQUIAL
La atención a los usuarios de Caritas parroquial, queda suspendida mientras dure el estado de alarma en el país.
SEMANA SANTA
Debido a la situación en que nos encontramos, no sabemos todavía si podremos celebrar la bendición de ramos y la Semana Santa.