FESTIVIDAD DE LAS CANDELAS Y PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS
Con menos afluencia de fieles que en otros años debido a las restricciones de la COVID, pero, dentro del aforo permitido, con un buen número de asistentes, el martes día 2 se celebró la festividad de las Candelas, Nuestra Señora de la Luz, y la Presentación del Niño Jesús en el Templo. El Ceremonial fue el mismo de todos los años y, si cabe, con más devoción por la situación que estamos viviendo.
Origen de la fiesta:
Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.
En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.
Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.
José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.
FESTIVIDAD DE SAN BLAS
Lo mismo ocurrió el miércoles día 3 con la festividad de San Blas, Santo de gran devoción entre nuestros feligreses y en muchos lugares de Galicia.
San Blas fue obispo de Sebaste, Armenia, muy conocido en su tiempo por haber obrado numerosas curaciones milagrosas. Fue médico y vivió como eremita incluso después de haber sido nombrado obispo, convirtiendo la cueva en la que vivía, ubicada en el bosque del monte Argeus, en su sede episcopal.
Cuenta la tradición que cierto día San Blas salvó a un niño que se había atragantado con una espina de pescado. De ahí la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta, 3 de febrero. Eso también le valió convertirse en patrono de los otorrinolaringólogos y de quienes padecen alguna afección a la garganta.
FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
Estos días ya comenzó la Novena en honor a la Virgen de Lourdes, que finalizará el jueves día 11, el día propio de su fiesta, con una Misa Cantada a las 19:30 h, con asistencia y aforo limitado, a intención de todos sus devotos, en la que se pedirá por todos los enfermos, fiesta universal instituida por el querido Papa San Juan Pablo II.
El 11 de febrero se celebra el día de Nuestra Señora de Lourdes, que hace referencia a las dieciocho apariciones de la virgen María que Bernadette Soubirous (1844-1879) afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes, Francia, en las estribaciones de los Pirineos, en 1858.
Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.
Bernadette Soubirous fue proclamada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo.
PATRONA DE LOS ENFERMOS
La Iglesia católica invoca a Nuestra Señora de Lourdes como patrona de los enfermos:
El calendario litúrgico católico celebra la Festividad de Nuestra Señora de Lourdes el día de la primera aparición, es decir, el 11 de febrero. En 1992, el papa Juan Pablo II instituyó la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo a realizarse el 11 de febrero de cada año, en memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes.
En 1983 y 2004, Juan Pablo II en persona visitó Lourdes, al igual que lo haría su sucesor Benedicto XVI el 15 de septiembre de 2008, en conmemoración del 150 aniversario de las apariciones de 1858.5
Hoy, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes es uno de los sitios principales de peregrinaje católico en el mundo. Con una población de aproximadamente 15 000 habitantes, Lourdes recibe actualmente la visita de unos 8 000 000 de peregrinos por año.